La historia de la cadena de franquicias MCDonald’s se cuenta en la película Hambre de poder, estrenada en 2017 en Brasil. El paso a paso hasta llegar a la cadena de comida rápida más famosa del mundo está lleno de observaciones y cambios, sin dejar de lado el enfoque en la calidad del producto, apuntando sobre todo a la satisfacción del cliente. ¿Alguna similitud con el sistema Kanban?
Justo al comienzo de la película, ya es posible identificar prácticas que se pueden relacionar con el sistema kanban, un enfoque de gestión aplicado a un proceso de trabajo existente en la empresa basado en “empezar con lo que ya haces hoy”.
Cuando los hermanos Richard y Maurice McDonald deciden construir su propia red de alimentos, comienzan a ofrecer el sistema drive-in, pero pronto notan una serie de cuellos de botella, como el tiempo de espera del cliente, altos costos con mano de obra y materiales, como platos y cuchillería.
Con base en esa observación, tienen la idea de ofrecer productos con un tiempo de espera de 30 segundos. Al mismo tiempo, se enfrentan al desafío de garantizar la calidad de los alimentos ofrecidos y también optan por invertir en materiales desechables al momento de la entrega, eliminando el costo de los platos. También reducen considerablemente el coste laboral.
Este tutorial muestra que el negocio evolucionó basándose en datos reales. Los hermanos son capaces de observar lo que está pasando, proponer cambios y eliminar desperdicios.
En una de las escenas en las que los empresarios evalúan el tiempo de cocción de las patatas fritas, es posible asociarlo con el cambio evolutivo propuesto por el Sistema Kanban. Se preocupan por mejorar la eficiencia, pero siempre enfocados en el cliente. Hay un cambio en el proceso, pero lo principal es evaluar qué ese producto final está generando valor para el cliente.
Otra escena de la película en la que es posible asociarlo con el Sistema Kanban es cuando los hermanos MCDonald’s llevan a los empleados a una cancha y usan tiza para dibujar el flujo de trabajo en el piso. El objetivo es garantizar la eficiencia, sin perder calidad.
En el sitio, los empresarios visualizan y cambian los roles de los empleados de un lugar a otro varias veces. Incluso suben una escalera para observar el proceso desde arriba. Luego de varios cambios logran llegar al modelo que consideran ideal.
La simulación fue una forma de observar el proceso sin costo y con la participación de todos los involucrados en el flujo de trabajo.
Luego de alcanzar este modelo ideal, los emprendedores necesitaban invertir en la renovación de la cocina y además contar con equipos personalizados para asegurar ese flujo que pudieron visualizar en la cancha.
A lo largo de la historia, es posible notar que los hermanos participan en la ejecución de los procesos y, al ver cuellos de botella, piensan en la solución, que está relacionada con los métodos ágiles. También estaban constantemente en busca de prácticas de innovación empresarial.
La observación cuidadosa de lo que estaba sucediendo y el cambio evolutivo aseguraron, día a día, la consecución de mejores resultados.
La consecuencia es que el concepto de cafetería fundada en 1955 sigue siendo eficiente hasta el día de hoy, garantizando a MCDonald’s, que ya no tiene a sus hermanos a cargo del negocio, el puesto de la principal cadena de comida rápida del mundo, presente en 119 países.
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